Cómo valora el que las Juntas Municipales de Distrito, a través de los vocales vecinos/as, sean órganos de representación político-vecinal y de participación ciudadana.
Sí al aumento de las atribuciones de los VOVE's per siempre que estos rindan cuentas de su actividad como VOVE no sólo ante el partido que los nombra sino también ante la ciudadanía (vecinos). Lo ideal es que los VOVEs fueran elegidos por los vecinos (de una lista propuesta por cada partido) para asegurar su verdadera cercanía a los vecinos. Estudiar también la posibilidad de implantar un derecho de "veto" o "reprobación popular" por parte de los vecinos ante ciertas actuaciones/ manifestaciones de los VOVEs, a instar por un número de firmas vecinales (fijo o proporcional a la población del Distrito) para iniciar el proceso de reprobación. Que exista un mecanismo para incluir Propuestas y Preguntas al Pleno por vía de urgencia por parte del Foro o AAVV, similar a la que existe para los partidos políticos,
Es necesario que a las Juntas de Distrito se les de más competencias y se las dote de presupuesto para poder ejecutar las propuestas aprobadas, es decir que las Juntas de Distrito no sean un organismo que insta a quien corresponda, dependiendo de qué se trate.
En 20 años la ciudad de Madrid aumentará su población en millones de personas al igual que aumentarán las zonas residenciales e industriales. Como siempre, llegaremos tarde. Las juntas municipales de distrito deben de estructurarse orgánica y funcionalmente como un ayuntamiento con plena autonomía de gestión y presupuestaría. No hay que valorar la existencia o no de representantes de los partidos políticos votados por los ciudadanos. Simplemente hoy son necesarios y mañana imprescindibles. No solamente por espíritu democrático si no por correcta gestión y servicio público.
Es un hecho que lo son, con todas las carencias y vacíos que tiene esta figura política. Esta representación sin una amplia participación de la sociedad organizada y ciudadana en general no cumpliría la función de cercanía y participación de la institución más cercana a la gente.
Los ayuntamientos son la expresión máxima de la política de proximidad, por lo que la existencia de vocalías vecinales son el equivalente a la plasmación del art. 23.1. de la Constitución española que reconoce que “los ciudadanos tienen el derecho a participar en los asuntos públicos, directamente o por medio de representantes, libremente elegidos en elecciones periódicas por sufragio universal”. Las vocalías vecinales ayudan a canalizar propuestas y hacer un seguimiento de la acción de gobierno, a la vez que son una escuela de cuadros insustituible, sin la que los partidos quedarían muy limitados en su acción de representación política. Si no fuera así, las posibilidades de las vecinas y vecinos de participar en la gestión de los asuntos públicos en el ámbito local serían muy limitadas.
Cuando una ciudad tiene el tamaño de Madrid, los distritos se convierten en mini ciudades. Las JMD tendrían que tener muchas más competencias. Las/os vocales vecinas/os facilitan el acercamiento de las vecinas y vecinos a sus JMD, y constituyen cauces de transmisión de información y de demandas y propuestas a las JMD.