¿Qué piensa sobre si la configuración y/o ubicación actual de las terrazas en los espacios públicos pueden constituir o no una distorsión para la utilización y disfrute normal del medio urbano?
Sin duda alguna que distorsionan e impiden a los usuarios de a pie, del disfrute de los espacios públicos, principalmente de aceras. Y, por supuesto, con el ruido que originamos los ciudadanos en el uso de ellas, sobre todo en los horarios nocturnos.
Para nada tienen por qué serlo. Bien reguladas pueden convivir normalmente. Hay zonas de Madrid que se han rehabilitado para la ciudadanía con las terrazas. La hostelería y las terrazas sufren una campaña de acoso brutal, pareciera que son causantes de todos los problemas de la ciudad. SÍ a las terrazas, SÍ a la convivencia
En una gran parte de los espacios publicos especialmente en distritos donde el número de terrazas es elevado y-o donde estan encajadas en una rrama urbana no adecuada para las terrazas, así como bares de copas que no son terrazas pero que se amontonan sus clientes en la calle, como calles y aceras estrechas, saturacion de locales de hosteleria, etc.. CONSTITUYEN UN ELEMENTO DE DISTORSION Y RUIDO. Quiza sería mas aconsejable poner terrazas y bares de copas en espacios amplios y abiertos, como por ejemplo parques y jardines, bulevares y espacios donde no se interfiera con otras actividades fundamentales y prioritarias para el interes general, como es la movilidad peatonal y de los vecinos y el derecho al descanso y al no ruido.
Pues, sí, vease por ejemplo la terraza instalada en la esquina de la calle Leganitos con Dr. Carracido, entre las mesas y las motos de particulares mas las motos de los repartidores de Burguer King te vas tropezando con todo y los peatones tienen que ir en fila india. En la calle Preciados han okupado con terrazas todo los que antes eran las aceras y el espacio peatonal es el de la antigua calzada, total, lo comido por lo servido. Y no nos vamos a creer ni hartos de vino, que el espacio ganado a para el peatón en la Gran Vía no sea okupado inmediatamente por terrazas. ¡Por lo menos que nos dejen un carril de circulación para peatones! Y cuando quiero sentarme en la calle es posible que no tenga necesidad de ingerir bebidas o comidas altas en grasas y azucares a precios desorbitados que es de lo que viven.
He sido camarero en un restaurante en pleno centro de Madrid en una calle tan transitada como La Montera, y será cierto que mi empleo dependía en gran parte de los consumidores en la terraza, eso no quita que me parezcan en muchas ocaciones una privatización injusta del espacio público. Me duelen especialmente los ojos cuando las veo invadiendo plazas en las que limitan las zonas de juegos de niños y niñas y donde son mirados de mala manera si se les escapa un balón.
Constituyen una distorsión e invasión.