Proceso de consulta pública
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¿Qué opina sobre la posibilidad de que los mercados municipales faciliten locales para la puesta en marcha de actividades comerciales de temporada o puntuales?
Una buena iniciativa si se le cruzan otras variables, para impedir una liberalización especulativa encubierta: las actividades deben ser temporales en tanto que el producto sea de temporada y su comercialización solo se pueda desarrollar en condiciones de cercanía y circuito corto, y desde luego, productos alimentarios, no de otro tipo. Son de temporada las setas, pero no lo son las cervezas. Ess de cercanía un productor local, no lo es un distribuidor nacional o internacional
Siempre que tengan que ver con la alimentación, es una posibilidad interesante. El problema viene cuando, a partir de ahí, se arman ferias y jornadas que nada tienen que ver con la naturaleza de los mercados de abastos. Una feria de productores locales de verdura, quesos o carnes: magnífico. Una fiesta de la tapa, un desfile de modas, un concierto... pese a que a priori pudiera pensarse que esas actividades favorecen a todos los puestos de un mercado por igual, la experiencia demuestra que de ellas se benefician muchísimo más los puestos de hostelería (bares y bares camuflados de barras de degustación), que utilizan ese impulso para crecer a costa de los sufridos comerciantes de frescos. O las actividades están pensadas para favorecer el comercio tradicional de los mercados de abastos, o son más leña en el fuego en que se han quemado en los últimos años.
Es habitual en otras ciudades establecer condiciones para los productos de temporada, incluso aumentar la oferta un día a la semana vinculándola a un producto o línea concreta. Sería interesante así, evitando el empleo para promoción de marcas y atracción de público sin más.
Que podría ser beneficiosa con ciertas condiciones: restricción del número de locales, actividades que faciliten el acceso de la población a recursos y servicios necesarios, que se establezcan criterios de uso (actividades relacionadas con producto de temporada y de cercanía, veto al gran comercio/distribución, etc...). Las actividades culturales/recreativas también deberían estar reguladas con claridad, puesto que funcionan como atractoras de beneficios únicamente para los locales hosteleros.
Fatal que se incentiven actividades propias de otros espacios y no se proteja el comercio local y las dinámicas tradicionales del mercado que tanto ayudan a fortalecer el pequeño comercio y los productos locales para todos y no solo para el ocio y el turismo. El mercado también construye barrio y promulga una filosofia de vida más balanceada, ojala no se vea debilitado aún meas por la ley mercantil.
Me parece buena idea, siempre que no se use una gran cantidad de los locales que desvirtuen el fin de los mercados