Mi propuesta es crear micro jardines por toda la ciudad, espacios que inviten a la reflexión y nos permitan más momentos de paz y belleza en nuestra vida urbana. No hacen falta grandes presupuestos ni obras, ya que al ser pequeños y de fácil instalación, creo que podrían considerarse como mobiliario urbano del tipo de las papeleras y los bancos. Algo parecido lo hubo en el matadero de Madrid hace años, también lo he visto recientemente en medialab prado: son unos contedores de madera y plástico reciclados de diferentes tamaños (asi se adaptan a todos los rinconcitos de la ciudad) en los que se crean pequeños espacios verdes. Estas estructuras pueden servir además para educar medioambientalmente, ya que podemos incluir en ellas diferentes mensajes (poemas, ecología, filosofía, bienestar, espiritualidad...) que nos ayuden a ser algo más caminantes y algo menos consumidores.
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