VIVIENDAS COLABORATIVAS PARA MAYORES EN FUENCARRAL-EL PARDO: “SENIOR COHOUSING"
Código proyecto de gasto: 1167
Esta propuesta ha sido priorizada por el Espacio Presencial de Fuencarral- El Pardo como una de las 20 propuestas comunes para el distrito.
Se trata de hacer posible que las personas mayores del distrito puedan desarrollar una forma de vida comunitaria junto con otras, dentro de esa horquilla de lo que se entiende como “tercera edad”, compartiendo problemas y soluciones y decidiendo por sí mismas como desean que transcurra este periodo de su vida.
Para ello necesitan un espacio común de convivencia, en unidades residenciales individuales y/o por parejas, ubicadas en un mismo complejo habitacional. Se parte de un respeto total a la intimidad de cada persona, pero al mismo tiempo, de la puesta en común de una parte de su tiempo, dedicado a compartirlo con los otros residentes, así como a decidir que normas han de regir la convivencia; como van a abordar los problemas que se presenten (como por ejemplo la atención a la dependencia); qué tipo de actividades comunes van a poner en marcha; cuales van a ser las interrelaciones que quieren mantener con el entorno vecinal, etc.
A esta forma de vida en la tercera edad, se le conoce con el nombre de “Senior Cohousing” y tiene poca tradición en nuestro país pero una larga y exitosa carrera en los países desarrollados del norte Europa y Norteamérica. Es un modelo que parte de la asistencia integral centrada en la persona, pero trabajado y desarrollado desde y por las propias personas mayores, que lejos de cualquier forma de institucionalización, intervienen por sí mismas en todos los aspectos de su nueva existencia, desde como desean que sean los apartamentos y las zonas comunes del complejo (que pasan a convertirse en un pilar fundamental), hasta a redactar sus propios Estatutos, régimen económico, actividades que desean poner en marcha, etc., así como la definición de las ayudas externas ó del apoyo de organismos públicos o privados que puedan necesitar (dentro de las prestaciones existentes en materia de atención al mayor).
Para todo lo que antecede, sería necesario que el Ayuntamiento, a través de la Junta Municipal de Fuencarral El Pardo, facilitara al grupo de personas mayores el acceso a los terrenos necesarios para asentar sobre ellos el complejo residencial a construir. Esta cesión de terrenos, cuya extensión aproximada sería entre 2.500 y 3.000 metros cuadrados, podría realizarse bien mediante venta del suelo a precio de vivienda protegida, o bien mediante la cesión de terrenos demaniales (tasados en un valor similar al indicado) con un canon nunca superior a un 1% anual y un periodo de concesión mínimo de 75 años, dado el indudable carácter de equipamiento social del complejo.
El grupo de personas mayores, tendría que constituirse en una Cooperativa de viviendas en régimen de cesión de uso, sin ánimo de lucro, que se haría responsable de forma proporcional del valor de la construcción del complejo, cuya propiedad, en el caso de que se hubiera optado por la cesión de terrenos demaniales, revertiría después de 75 años a favor del propio Ayuntamiento.
El grupo de personas mayores estaría integrado por todos aquellos que así lo desearan, hasta completar el número máximo de plazas, que para un terreno de las dimensiones citadas podría dar cabida a unas 28 - 33 unidades residenciales (de entre 45 a 50 m2, cada una), y teniendo en cuenta que estas pueden ser para una o dos personas, representaría aproximadamente un mínimo de 60 personas. Asimismo, se podría reservar alguna plaza a favor de la libre disposición de la propia Junta Municipal o del Ayuntamiento, siempre desde el respeto a las normas del complejo. Y por otro lado, éste podría acoger, dadas las buenas relaciones de vecindad que suelen producirse entre los residentes y el barrio en el que se ubican, actuaciones de notable interés socio-cultural, así como de voluntariado a favor del entorno. La renovación de los residentes se produce mediante listas de espera de personas mayores interesadas, que ante las notables ventajas del modelo, no suelen faltar.
Este sistema de convivencia y participación colaborativa contribuye notablemente al envejecimiento activo de las personas mayores, les permite permanecer en mejores condiciones psico-físicas durante más tiempo y representa la manifestación más actual de hacia dónde se orientan los servicios para los mayores en los países desarrollados de nuestro entorno. Igualmente supone un notable abaratamiento de los costes de los servicios, ya que estos se contratan para un colectivo de personas y están libres de cualquier afán de ánimo de lucro. Por otro lado, es un sistema que polariza los recursos tanto de las propias personas mayores (que contribuyen proporcionalmente a la edificación, al mantenimiento del complejo y a los servicios que necesitan) como de las Administraciones implicadas, que asumen las prestaciones legalmente establecidas, generándose una sinergia enriquecedora para ambas partes, así como la dinamización del distrito en el que se asienta el complejo.
Informe de inviabilidad
La propuesta debe declararse inviable toda vez que, consultada la Subdirección General de Patrimonio Municipal del Suelo, informa que actualmente no cuenta en su inventario con ninguna parcela de titularidad municipal calificada de vivienda con algún régimen de protección, que pudiera albergar el uso residencial solicitado, destinado a personas mayores.
Me parece una excelente forma de envececer, de forma activa y con otras personas. Cuando nos jubilamos no se acaba nuestra vida, empieza otra fase nueva y apasionante, para la que toda nuestra experiencia y conocimientos adquiridos a lo largo de nuestra existencia son un verdadero tesoro que podemos poner en común con otras personas para vivir en común y de forma autogestionada y poder ayudarnos cuando nos encontremos en situaciones de dependencia.
Yo no estoy todavía en ese tramo que denominamos comúnmente como “tercera edad”, pero tengo que decirte, Marisa, que tu propuesta me parece muy interesante. El hecho de que las personas mayores puedan convivir con otras en un ambiente cooperativo en el que cada una de ellas pueda aportar sus conocimientos y sus destrezas para el mejor funcionamiento de ese complejo, me parece muy enriquecedor, tanto para ellas mismas, como para el vecindario donde estuviera ubicado, ya que podrían interactuar entre ellos en el beneficio de ambos. Este planteamiento aporta una forma de afrontar la última etapa de la vida en la que no se han perdido la ilusión y el compromiso. Lo apoyo completamente. ¡Ojalá salga adelante, cuentas con mi voto!
El futuro de la calidad de vida en el envejecimiento pasa necesariamente por crear comunidades de apoyo. Los Senior Cohousing con AICP (Jubilares) son una referencia imprescindible para que las personas puedan imaginar y visualizar cómo transformar las comunidades en las que ya viven.
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Creado el 26/02/2017 16:44
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