Montar comedores los fines de semana, dado que todos permanecen cerrados actualmente esos días y abono de pernoctas a aquellas personas que no tengan cabida en los albergues por los motivos que fuere. Evitando que los sábados y domingos solo puedan comer bocadillos y dormir en la calle, e impidiendo mayor deterioro físico, cognitivo y excluyente.
Las citadas propuestas son de carárcter urgente para los colectivos sin hogar.
El coste: no demasiado si se administra y controla eficientemente.
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