Muchos de ellos llevan años conviviendo con nosotros, en nuestras calles, a veces más de diez, y nuestra legislación vigente les opone todo tipo de dificultades para obtener sus permisos de residencia o trabajo, les llamamos "ilegales". Además de que Madrid sea una ciudad de acogida para nuevos refugiados, debemos ocuparnos de los que ya están entre nosotros, de que tengan oportunidades profesionales, de vivienda digna, de desarrollo personal y de interacción normalizada con sus vecinos, más allá del servilismo de una limosna a cambio de un servicio y de la mendicidad desde su malvivir sin las mínimas condiciones de higiene y salubridad. Nuestros impuestos pueden ofrecerles a través de una partida concreta del Samur social y el personal necesario: interlocución y diagnóstico de cada situación, aprendizaje del idioma, formación en caso necesario, orientación laboral, solución habitacional, asesoramiento legal para su regularización, etc. Gracias.
Nuria de Madrid
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Autor
· 28 de noviembre 2018
POR FAVOR, EN LUGAR DE NUESTRA LIMOSNA NECESITAN DE NUESTROS IMPUESTOS. LLEVAN AÑOS SIENDO NUESTROS VECINOS. GRACIAS
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