Las zonas ajardinadas de la plaza de Felipe II están muy deterioradas. En algunas de ellas están las mangueras de riego al aire, sin que haya flores o plantas. Estas zonas se han convertido en unos lugares ideales para pasear a los perros, por lo que se llenan de excrementos. Su fácil acceso hace que también suban niños, con el riesgo que implica de caídas o de ensuciarse con cacas de perro. Propongo que se remodelen estas zonas para que haya plantas y flores, para disfrute de todos, en lugar de tierra para uso de perros y niños.
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