Si se va a fomentar el uso de la bicicleta, han de permitir poder dejarlas, al llegar a destino, dentro del recinto. Desgraciadamente en Madrid, una bicicleta en la calle, es una bicicleta robada.
Mi propuesta está dirigida en este caso, al Ayuntamiento de Madrid y todas sus dependencias. Se me ha negado el verano pasado, en las instalaciones de una piscina municipal, el poder dejar la bicicleta dentro del recinto, habiendo sitio de sobra, sin ninguna utilidad, en los alrededores de las taquillas. Eso no es fomentar el uso de la bicicleta.
Por otro lado, habría que revertir el cierre de carriles bici hechos por el nuevo alcalde nada más tomar posesión, e incluso, como en Frankfurt y otras, ampliar dichos carriles bici en número y anchura.
Además, aunque esto ya sería un mandato del estado, la obligatoriedad de permitir dejarlas dentro de los recintos, también los particulares, al llegar a destino.
Habitualmente todo son trabas. A mi modo de ver, este es otro de los grandes problemas de los desplazamientos en bicicleta en las grandes ciudades. No hay donde dejarla. Y en la calle es totalmente inviable.
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