Desde su aprobación en el año 1985, la Ordenanza General de Protección del Medio Ambiente Urbano, que, entre otras materias, regula en su Título 1 la protección frente a la contaminación atmosférica producida por humos, olores, gases, o partículas, se han producido numerosos cambios normativos, sociales y en las condiciones medioambientales de los espacios urbanos.

La aprobación del Plan de Calidad del Aire y Cambio Climático de la Ciudad de Madrid, previsto en la legislación sobre calidad del aire, es uno de los instrumentos con que cuenta el Ayuntamiento de Madrid para cumplir con la exigencia de mejorar la calidad del aire que respiramos y proteger la salud de las personas.

Junto a ellos, con el fin de garantizar la efectividad de las medidas que recogen, se ha promovido la elaboración de una nueva ordenanza de movilidad para regular el tráfico y la movilidad urbana de manera sostenible.

Para completar el conjunto normativo dirigido a proteger la salud de la ciudadanía y el medio ambiente urbano, se propone la elaboración de una nueva ordenanza de calidad del aire y protección contra la contaminación atmosférica donde se recojan aquellos aspectos relativos a las instalaciones y actividades, diferentes del tráfico de vehículos, que así mismo son generadoras de sustancias contaminantes o molestas que se emiten a la atmósfera.

A través de la elaboración del proyecto de ordenanza se pretende fundamentalmente:

• Garantizar el derecho al medio ambiente adecuado recogido en el artículo 45.2 de la Constitución española y combatir la contaminación atmosférica. Preservar y mejorar la calidad del aire contribuyendo a una mejora de la calidad de vida integrada entre otros aspectos, por la salud.
• Conseguir una mayor eficiencia energética de las instalaciones térmicas y controlar el uso de combustibles, especialmente de los combustibles sólidos, incluida la eliminación del uso del carbón en las calderas de la ciudad de Madrid a partir de 2020.
• Minimizar las molestias a la población como consecuencia de la emisión de polvo, humos gases, olores, partículas y evitar afectar de modo negativo a cualquiera de los usos a que el propio entorno pueda destinarse.

Más información en madrid.es: Ordenanza General de Protección del Medio Ambiente Urbano