¿Qué medidas propondrías para evitar las emisiones molestas procedentes de las instalaciones de combustión como las destinadas a la producción de calefacción y agua caliente sanitaria?
Aparte de lo que comentan otros vecinos sobre sustitución de calderas, el Ayuntamiento podría hacer una gran labor de divulgación de la tecnología renovable que ya existe así como del ahorro que supondría para los usuarios. De esta manera, seguro que muchas comunidades de Vecinos abrirían debate para llevar a cabo reformas en sus sistemas de calefacción.
Yo creo que lo que propones es lo básico. Eliminar el carbón y con el diésel, eliminarlo poco a poco. Más propuestas sobre renovables y demás son más un sueño que otra cosa en una ciudad tan grande como Madrid. El Gas Natural no afecta apenas a la calidad del aire, prácticamente lo único que genera es CO2, que se puede compensar con más arbolado que lo absorba.
Mediante subvenciones y deducciones fiscales para promover el cambio de calderas. No veo otra opción, los ciudadanos ya sufrimos excesivas cargas fiscales para que “por imposición” se nos haga responsables a los ciudadanos de inversiones particulares en renovables que la gran mayoría no puede asumir económicamente. Apoyo firmemente que el Ayuntamiento de Madrid tome iniciativas para una sostenibilidad energética más eficiente pero no puede ser solamente a costa de la inversión particular. Tan solo a modo de ejemplo ténganse en cuenta los alquileres en renta antigua. No se nos puede hacer responsables los ciudadanos de la mala calidad del aire. Es responsabilidad competente de la Administración local. Si no hay dinero público para hacer frente a este problema entonces no podemos tener el modelo de ciudad que nos gustaría tener.
Hombre, se puede empezar por sustituir las viejísimas calderas de carbón (que suelen ubicarse en barrios ricos) por al menos eficientes calderas de Gas Natural, que contamina más de un 90% menos. Y promover con subvenciones la sustitución de las de diésel.
Como han indicado muchos otros ciudadanos, para reducir las emisiones de la producción de calefacción se tendría que prohibir las calderas de carbón de inmediato y eliminar progresivamente (7 años) las calderas de gasoil. Como medida inmediata (plazo 3 años) todos tendrían que instalar filtros con catalizadores para limpiar el humo de las partículas contaminantes. Las calderas tendrían que ser sustituidas por calderas de condensación. En cuanto a la producción de agua caliente, la ciudad podría promover la instalación de placas térmicas en las azoteas para crear una red de agua caliente comunitaria complementaria. Los incentivos podrían hacerse a través de un descuento en el IBI para comunidades que hagan la inversión en una red complementaria de agua sanitaria calentada con paneles solares. Así se reduciría el consumo de energía y la combustión de gas.
A corto plazo: -Prohibir la instalación de calderas de gas con una categoría inferior a C o B. -Buscar soluciones tecnológicas como la instalación de filtros de aire renovables en las salidas de gases de las calderas. Si no está ya inventado el que primero lo fabrique se va a hacer rico. Estos filtros deberían después tratarse como residuos peligrosos y su recambio y recogida hacerse por instaladores profesionales. A largo plazo: -Calefacción y electricidad comunitarias (centrales) con energía solar.
Control efectivo sobre las Inspecciones de Eficiencia Energética de las instalaciones térmicas. Solicitar a los titulares de las mismas, el justificante de haber realizado dicha inspección en los plazos y formas establecidos en el Decreto Decreto 10/2014, de 6 de febrero, del Consejo de Gobierno, por el que se aprueba el procedimiento para llevar a cabo las inspecciones de eficiencia energética de determinadas instalaciones térmicas de edificios.
Esta medida es de las pocas que no requieren subvenciones directas al cambio de calderas. Sería la primera que aplicaría. Control sobre las comunidades de vecinos que YA tienen sistemas renovables pero no se usan. Incentivo para ellos a través del IBI, por ejemplo.
El decreto que obligó a toda edificación nueva a tener un sistema renovable de agua caliente sanitaria fue un esperpento. Mi comunidad (pequeña, de 6 vecinos) es de esas que no lo usan, porque echando cuentas sale más caro el ajo (el mantenimiento de la instalación) que el pollo (el ahorro final). Quizás con lo del IBI podría compensar algo, pero aún así.
Erradicación de las calderas de carbón, proporcionando subvenciones si fuera necesario. Promoción de la calefacción central con reguladores de paso de agua caliente mediante termostato, con objeto de reducir la contaminante calefacción individual predominante en las nuevas construcciones. Fomento de agua caliente comunitaria mediante energía solar.