- El conjunto de la población de cada segmento territorial tendría información de contacto y actividad sobre el agente-operador encargado de su zona. - El contrato podría incluir una parte de remuneración municipal anual por actividad (con exigencia de mínimos a través de medición y valorización de materiales recogidos y tramitados selectivamente). Otra parte de ingresos sometida a operaciones privadas de venta (segunda mano - venta a empresas de reciclaje, etc.)

- Tal actividad se llevaría a cabo estableciendo una división por barrios o segmentos territoriales de cada distrito que se adjudicarían mediante contratos específicos. Un vehículo-furgoneta-camión con dos-tres personas recorriendo su área de influencia sería suficiente. El objetivo: absorber a demanda ciudadana las diferentes fracciones resto y dirigirlas, bien a un depósito-almacén propio o a estaciones adecuadas para preparación a la reutilización – reciclaje o residuo final.

Objetivo: Avanzar hacía nuevos modelos en la recogida selectiva y gestión de fracciones resto. - Distribución del presupuesto orientada a la creación de una auténtica infraestructura de reducción-recuperación y reciclaje. - Cada Distrito Municipal tendría estas competencias (atendiendo a normativa o supervisión del Área). - Llegar a acuerdos con pequeñas y medianas empresas al objeto de licitar recogida selectiva de materiales (exceptuando orgánica, papel, vidrio).