Indumentarias apropiadas para políticos

Se propone:

La realización de un informe que estudie si la vestimenta de los políticos debe ser diseñada a tal efecto como lo es la de otros equipos de trabajadores del sector público (policías, guardias civiles, barrenderos, etc). Deberá estudiar cuál es la forma más sencilla de que dicha propuesta se realice así como la indumentaria más adecuada a tal efecto. La vestimenta deberá hacer a los políticos controlables y su rol comprensible en cualquier momento y lugar, además de dar solución a sus particulares necesidades.

Defensa:

Esta propuesta ha sido tomada de una entrada del blog de la página www.silencioarquitectos.com que me ha parecido muy interesante. Adjunto el enlace en el apartado de documentación adicional

La entrada... · expone, a mi juicio con gran lucidez, que los políticos visten como grandes empresarios y banqueros y que esa vestimenta no ayuda ni a que los políticos asuman su rol de servicio ni la población asuma su rol de apoderada de los servicios, de las administraciones, etc · y propone que se diseñe una vestimenta más apropiada a su función de servidores de modo que sean efectivamente controlables por los ciudadanos -al fin y al cabo no dejan de ser una herramienta en manos de los contribuyentes-

Parece evidente que lo que expone es cierto, y que lo oportuno para los políticos (como para cualquier trabajo) es llevar unas vestimentas específicamente diseñadas para sus circunstancias. El caso de los altos cargos públicos o políticos es particularmente importante porque no actúan en su cuenta y riesgo sino que lo hacen en representación de los contribuyentes. Por lo tanto las vestimentas deberán favorecer el control, la organización, la transparencia y el orden en las instituciones de gobierno municipal en su relación con el ciudadano de a pie.

No tiene sentido que un tenista quiera jugar al tenis vestido de astronauta pero es su decisión. En este caso vemos que los políticos deciden vestir de banqueros para representarnos. Cuando lo lógico es, como mínimo, que los representados nos planteemos la situación.