Invertir progresivamente en líneas de autobuses eléctricos en las que las baterías de los autobuses se recargan, por la noche en las cocheras, y después, una vez en servicio, aplicando una doble recarga por inducción, esto es, sin cables y automática, durante las paradas para recogida de viajeros.
Hay experiencias piloto en Málaga (proyecto VICTORIA) y Ginebra (TOSA).
La doble recarga por inducción se realiza en las paradas (estática) y también en marcha (dinámica) en ciertos tramos de la línea adaptados para que suministren energía al vehículo cuando éste pasa por encima. Así, las pilas reciben energía casi constantemente y desaparece el problema de la duración
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