Corredores Peatonales que unan todos los barrios del centro.

Es necesario la creación de corredores peatonales que unan los diferentes barrios del centro y que de esta manera un peatón pueda ir  por ejemplo de Lavapiés a Malasaña caminando por calles exclusivamente de uso peatonales.

Estos corredores serían zonas de unión entre los barrios y que podrían servir al mismo tiempo como corredores verdes que favorecieran  al comercio de barrio.  Con políticas encaminadas a estos comercios, favoreciendo su implantación y limitando la implantación de  franquicias y grandes marcas.

Los corredores tendrían que ser exclusivamente peatonales, permitiéndose solo la circulación de los coches que tengan alguna plaza de aparcamiento en esa misma calle. En ningún caso sería una zona de uso restringido al tráfico, pues en estas zonas el peatón está sometido igualmente a todas las inclemencias que este medio provoca sobre el peatón:

Contaminación, ruidos con bocinazos constantes, miedo a ser atropellado por no tener aceras donde pasar o no poder pasear tranquilamente con un bebe, o con silla de ruedas.

Motivación:

El maltrato perpetuo que recibe el peatón es algo inexplicable en esta ciudad.  Actualmente, por ejemplo, un coche, o sea un objeto material,  tiene más derechos en esta ciudad que una persona. Mientras que los peatones no podemos pasar por las aceras porque están repletas de cubos de basura y éstas no reúnen las mínimas condiciones para ni tan siquiera desplazarse de un lugar a otro, los coches, en esas mismas calles donde el peatón no puede pasar,  gozan de un espacio dos o tres veces más grande para poder estacionar su coche. ¿Por qué puede un objeto como el coche tener ocupado días y semanas un espació público que debería ser de uso de todos?

 Un espacio publico que se utiliza para que muchas personas puedan guardar un objeto de uso privado y particular, que puede ser de un tamaño pequeño grande, dependiendo del dinero y del ego del propietario en cuestión.

El maltrato y la desconsideración a las personas que nos desplazamos con nuestras dos piernas es inaudito y se percibe  constantemente en cualquier rincón. Por ejemplo hay una gran cantidad de pasos de peatones regulados con semáforos, donde es imposible cruzar la calle caminando a velocidad normal, tienes que correr para poder llegar a salvo al otro lado. Hay otros que tienes que  pelearte con todos los peatones que vienen de frente que quieren cruzar en dirección contraria a la tuya porque no hay suficiente espacio para que crucemos todos de golpe. Hay otros semáforos que funcionan por etapas, primero te permiten atravesar a un lado de la avenida, dejándote tirado en medio de una autopista de coches circulando a toda velocidad, mientras los peatones nos apilamos, muertos de miedo, en un trocito de isla sin ninguna protección, esperando cinco minutos hasta que por fin nos dejan terminar de atravesar la calle.

La decencia y el sentido común claman la creación de estos corredores verdes peatonales done la gente pueda pasear y entretenerse mirando los escaparates .