Desde la entrada todo es cole

Propuesta para creación de accesos seguros y espacios de encuentro en las zonas inmediatas a las puertas de todos los colegios públicos del barrio.

Las puertas de acceso de los colegios son zonas de alto tránsito de niñas, niños y sus familias. Muchos de los colegios de nuestro barrio tienen dificultades y peligros por el uso compartido de acera y calzada de peatones y coches en muy poco espacio. Actualmente las aceras son insuficientes para la elevada concentración de personas, adultos, niños y niñas que se encuentran a la entrada o tras la jornada escolar.

Las aceras, en muchos casos, son estrechas y esto se convierte en una situación de riesgo porque se agolpan los coches en la puerta colapsando la vía y debido a la estrechez de las aceras, peatones, familias con cochecitos de bebés y niñas o niños pequeños acaban transitando por la carretera entre los vehículos. Por contraste, como regla general la calzada está sobredimensionada permitiendo altas velocidades, estacionamientos irregulares y en algunos casos se produce una exposición a elevados niveles de contaminación acústica y atmosférica.

Las entradas de los colegios también son lugares de convivencia para la relación y el intercambio entre las personas de la comunidad escolar, donde cotidianamente se dan encuentros y despedidas. Y no suelen estar acondicionados para tal fin. No suelen disponer de mobiliario urbano adecuado (bancos, árboles, vegetación, aparcabicis, fuentes de beber o papeleras) que permita un espacio agradable de espera y de encuentro que facilite el fortalecimiento de los vínculos y las relaciones entre el alumnado, el profesorado y las familias que coinciden a diario.

Los accesos a los colegios deben ser seguros y cómodos para el alumnado, profesorado y familias. Las calles deben ser transitables para las personas. Por ello, proponemos mejorar las condiciones de accesibilidad y seguridad en los accesos a todos los colegios públicos de nuestro barrio y además convertirlos en lugares de encuentro dónde sea posible el tránsito cómodo y seguro de peatones y vecinos y vecinas; y facilitar la relación entre personas.

Las soluciones deben ser adaptadas a las circunstancias y ubicación de cada centro educativo. Según cada caso pueden ser:

• Peatonalizaciones o ensanchamientos de las aceras. Creación de espacios peatonales en las entradas de los colegios (en algunos casos con peatonalizaciones parciales de una calle se pueden crear pequeñas plazas). En caso de imposibilidad de peatonalizar la calle de acceso a los colegios, al menos el 50% del ancho de la calzada destinado exclusivamente a los peatones: ni a tráfico rodado ni a aparcamiento de vehículos de motor.
• Regulación y restricción de tráfico en horarios de entrada y salida con bolardos o pivotes elevables y otro tipo de soluciones que beneficien a todas las partes.
• Vallado para separar acera de calzada, pasos de peatones elevados…
• Eliminación de barreras arquitectónicas. Accesos a los colegios sin barreras en todo momento para carritos, sillas de ruedas, bicicletas y otros medios rodados sin motor (siempre que el cole esté abierto por cualquier causa).
• Aparcamiento para bicis a la entrada de todos los colegios.
• Diferenciación del pavimento en las puertas de los colegios para indicar que es una zona de preferencia peatonal: que la calzada se pinte de un color distintivo o con un pavimento que permita identificar que hay un colegio 50 metros a la redonda de las entradas de los coles.
• Pasos de peatones: en todas las esquinas alrededor del cole y en frente de la puerta.
• Vegetación urbana: abundancia de árboles y otra vegetación en las calles de acceso a los colegios.
• Bancos: disponibilidad de bancos y zonas de conversación para esperar a la chiquillería: bancos en línea, bancos enfrentados para posibilitar el diálogo, etc.
• Fuente: disponibilidad de una fuente pública a menos de 50 metros de la entrada del cole.
• Cuidar la limpieza de estos espacios: limpieza frecuente, papeleras… Evitar que los cubos de basura se ubiquen en las entradas de los colegios por la acumulación de residuos y suciedad que suponen.
• Cumplimiento en cualquier caso de la normativa vigente en el acceso a los colegios (anchura de aceras, elementos de protección ante la calzada…).

Muchos de los colegios del barrio ya disponen de proyectos e ideas de cómo llevar a cabo esta iniciativa con el mayor beneficio para el vecindario y el menor perjuicio para la circulación de vehículos. En diálogo con la comunidad educativa de cada centro y las vecinas y vecinos de cada zona se puede dar una solución para los accesos de los centros educativos que beneficie a todas las personas del barrio y que haga que los colegios públicos sean un bien común a defender, cuidar y proteger.

La propuesta ya es demandada en muchos de los distritos de la ciudad y favorece la equidad, la inclusividad y la calidad de vida; y es coherente con un modelo educativo de futuro, al promover espacios de convivencia y corregir una distribución desigual del espacio público, haciendo barrios y ciudades más vivibles, haciendo barrios y ciudades para las personas.