Autobús de la EMT con placas solares (proyecto piloto)

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Informe de inviabilidad

Los paneles solares actuales son capaces de proporcionar no más del 20% de los 4.8 Kwh/día por m2 de superficie que llegan en forma de energía solar. En estas condiciones los aportes serían del entorno de 1 Kwh/ día m2. Esta cantidad es ínfima respecto al consumo actual de un vehículo eléctrico que se encontraría por encima de los 350 Kw en una jornada de trabajo. Siendo el aporte de un sistema de paneles solares pequeño, no es solo este un factor negativo. Los actuales vehículos de transporte público con el fin de facilitar la accesibilidad convirtiéndose en “piso bajo” han desplazado una buena parte de sus componentes a los techos, disminuyendo consecuentemente la superficie disponible para colocar posibles paneles solares. De este modo las posibles claraboyas como salida de emergencia en techo, los equipos de aire acondicionado, determinados sistemas de acumulación de aire para el circuito neumático o incluso las botellas de almacenamiento de gas natural en los vehículos que usan este combustible y los paquetes de baterías o condensadores en los eléctricos o híbridos, limitan la superficie disponible en techo. De este modo y en el mejor de los casos (solo equipo de climatización en techo) únicamente podríamos disponer de una superficie de 15 m2, lo que nuevamente sería una cantidad mínima en relación al consumo mínimo diario. La utilización como aporte de la energía producida por paneles solares requiere de modificaciones sustanciales en un vehículo no eléctrico y aun en uno eléctrico también requiere de equipos que transformen la tensión producida a los parámetros habituales de funcionamiento de las baterías. Todo ello aparte de elevados costes de instalación repercutiría sobre el peso del vehículo y en consecuencia sobre la capacidad de carga del mismo.