Los patios escolares que se ofrecen a los escolares de los CEIP de Madrid son en su mayoría espacios simplificados y homogéneos, carentes de relieve, sombra y vegetación, donde el único espacio de juego provisto es el deportivo. En un entorno de cambio climático con efectos extremos calor, lluvias y frío, este diseño, o la falta del mismo, tiene un efecto negativo sobre la salud y el desarrollo del alumnado y la labor docente, generando con frecuencia problemas de convivencia.
Se trata de transformar este patio y sus ámbitos próximos en espacios saludables, con vegetación, zonas de sombreo, socialización y juego, mejorando la seguridad y accesibilidad al colegio.
Mayor presencia de la naturaleza (plantación de árboles, acondicionamiento de los jardines y pantallas vegetales), instalación de pavimentos permeables (drenajes sostenibles), reguladores del ciclo del agua, con la adecuación de lugares que complementen los destinados al deporte, permitiendo juegos espontáneos y creativos, disponiendo coloraciones y juegos más actualizados, rediseñando las paredes mediante propuestas artísticas como murales y pinturas,…
Incorporar pavimentos y materiales “más amables” (vegetación, madera, arena, tierra, agua y corcho).
Construir pequeñas casas, tipis o espacios que permitan el juego teniendo en cuenta la seguridad y la armonía del entorno.
El objetivo es promover un cambio del uso del patio escolar, a sabiendas de que un entorno saludable, que permita el contacto con la naturaleza y la convivencia entre los alumnos, tiene un efecto positivo sobre el rendimiento académico.
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