Ubicada entre las calles de Ponzano y Alonso Cano, con dos aceras inferiores a 1 metro de ancho cada una, aparcamiento para residentes (zona verde) y un sentido único de dirección para el tráfíco.
Dada su ubicación cercana a la calle Ponzano, la Calle Vargas se ha convertido en un urinario público y en "vertedero municipal no oficial". Al tener aceras estrechas, cuando los cubos de basura se sacan por las noches, impiden el paso de los peatones por las aceras, obligando a todos los vecinos, en especial, ancianos y niños, salir a la carretera ya que no exíste espacio limitado para las basuras debido a que todo es zona de aparcamiento para residentes. Es fundamental cambiar la estructura de la calle Vargas y hacerla peatonal, ya que se hace intransitable sobre todo con carritos, sillas de niños, sillas de ruedas o de mayores. El ayuntamiento tiene que estar limpiando la calle una vez a la semana por la cantidad que se acumula de basura, suciedad y los olores.
La propuesta seía convertir la calle en peatonal con acceso limitado a los parkings y al servicio de basuras. De esta manera se haría una calle de fácil transito, más seaneada y con espacio suficiente para los servicios munipales de los vecinos. Por otro lado, también se convertiria en una calle mucho más atractiva para comercios y la vida social del barrio. Por su pequeña longitud sería una obra no cara y con resultados claros ,tangibles y rápido
El corte al tráfico en esta calle no supondría ningún problema para el colapso del tráfico en la zona, ya que las calles de Ponzano y de Alonso Cano son de sentido subida y bajada respectivamente y soportan el 99% del tráfico. Los pocas plazas de parking en calle que se pierden no son una dificultad porque ,durante la noche , la calle Bravo Murillo pegando al Canal de Isabel II está totalmente vacía.
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