Eliminación de obstáculos en aceras

Existen en la actualidad multitud de elementos que están anclados en las aceras (que se supone que son para los peatones) y que obstaculizan el tránsito de estos por las mismas. Muchos de estos elementos son necesarios para la circulación de los vehículos, pero su instalación está en el espacio de los peatones. Cabe destacar los bolardos. Cuando se instalan en una acera se merma el espacio del peatón, más aún si es un minusválido, para evitar que los cohes se suban a la acera. Tambien las señales de todo tipo para regular la circulación propiamente dicha: señanes de prohibido aparcar, de reserva de vehículos oficiales o de minusválidos, de carga y descarga, de dirección o sentido prohibido. Todas estas señales verticales se pueden sustituir por señalización horizontal, que es igualmente visible para el vehículo y no dificulta el paso del peatón por la acera. 

Muchos de estos elementos están situados en las aceras no en el borde de las mismas sino prácticamente en el centro, lo que impide el paso con carros de compra o cochecitos de niños y obligan al usuario a bajar a la calzada, poniendo en peligro su integridad.

Los peatones, aunque también seamos conductores en su momento, tenemos el derecho a disfrutar de nuestros propios espacios en las calles sin que estos se vean alterados por elementos que no son propios de la circulación peatonal sino de la rodada.