Estatua homenaje al Perro Paco
Código de la propuesta: MAD-2018-02-21460
El perro Paco fue un querido símbolo de la ciudad de Madrid a finales del S.XIX y queremos que sea recordado con una sencilla estatua.
El perro Paco fue un querido símbolo de la ciudad de Madrid, especialmente durante los años 1881 y 1882, gozando de celebridad y respeto allá donde fuera, aunque en la actualidad nada ni nadie lo recuerda. Se trataba de un perro que nunca tuvo dueño, un "chucho callejero" que tenía permitida la entrada a famosos cafés, tertulias y teatros de moda, codeándose con los intelectuales de la época. Salía en los periódicos e, incluso, los comerciantes temían no dejar entrar al perro Paco por las repercusiones mediáticas y lo que la gente pudiera pensar.
Su leyenda comienza en el Café de Fornos, lugar de encuentro para muchos políticos, escritores y otros personajes conocidos de la sociedad madrileña, fue bautizado como "Paco" por el marqués de Bogaraya y, poco a poco, fue adoptado por el pueblo entero de Madrid.
Lo que más le gustaba al perro Paco era ir a los toros, ocupando su sitio en el tendido 9 y, cuando el torero no lo hacía bien, el perro saltaba al ruedo y hacía cabriolas para animar al público.
Incluso tras su trágica muerte se siguió hablando sobre él en los periódicos.
Con una pequeña aportación se le puede hacer un cariñoso homenaje a tan singular amigo madrileño. Quizá en la Calle Alcalá, donde se le comenzó a ver, o en el Parque del Retiro, donde dicen que está enterrado (aunque no se conozca su ubicación exacta).
Soy amante y divulgador de la historia, especialmente la de Madrid y además es mi profesión, por ello a menudo comento esta divertida "anécdota" y aseguro que es una de las más emotivas junto a la del Perro Negro del Escorial, Ratoncito Pérez, etc. Me parece estupenda la iniciativa y no estaría mal unirla a que se convirtiera en una referencia por el amor y el respeto de Madrid por los animales... por lo tanto ninguna referencia a la tauromaquia. Genial, apoyada la iniciativa que difundiré todo lo posible.
Muy a favor de hacer reconocimientos a todos los animales. Pero lo de que le gustaba ir " a los toros..." tal vez se le trataba de un modo agradable para él en ese sitio y por eso aprendió cuando tenía que ir y donde colocarse. Ningún animal disfruta de ver como se tortura y asesina a otro animal. Tan solo es ser humano es capaz de encontrar diversión en algo tan atroz, psicópata y sádico en la tauromaquia, caza, ganadería... El torero nunca lo hace bien, NUNCA.
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Creado el 23/02/2018 12:38
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