AYUDAS AL CIUDADANO PARA EL CAMBIO A VEHÍCULO MENOS CONTAMINANTE

A nadie le gusta ser un agente contaminante, así como también nos encantaría poder tener el dinero suficiente como para poder adquirir un vehículo híbrido o electrico, la realidad de la contaminación no es producto de la poca iniciativa ciudadana y menos aún de su voluntad, la realidad de la contaminación es consecuencia del elevado precio que adquieren los vehículos menos contaminantes en la actualidad.  

Es obvio que a todos nos gustaría poder cambiar de vehículo cada poco tiempo y estar a la última en inovación medioambiental a nivel automovilistico, pero la realidad es que solo algunos pocos pueden sufragarlo. La normativa que se pretende impide radicalmente que el ciudadano de clase social media o el trabajador autonomo o por cuenta ajena que necesite el vehículo para sus desplazamientos pueda trabajar, dejando el vehículo como un bien de lujo que si que seguirán utilizando aquellas personas con alto nivel adquisitivo que puedan permitirse un vehiculo hibrido o incluso eléctrico, personas que probablemente no lo necesiten para trabajar o incluso solo se desplacen solo por placer o comodidad. Conclusión: se permitiría contaminar solo a la gente con mayor poder adquisitivo . ( no olviden que incluso los vehículos híbridos, también contaminan ). 

Sin un plan de subvenciones que permita la adquisición de vehículos híbridos o eléctricos a aquellas personas que ya disponian de uno de los vehículos que por obligación sera retirado de la circulación, la ciudad no está preocupada realmente por la contaminación, sino que está remando con la corriente del mismo lobby automovilistico que presionó a Europa para la realización de la directiva y para el incentivo de los millones de euros que se moverán en el sector en pocos meses.  

La realidad del mercado es que el vehículo híbrido es practicamente inalcanzable para muchos, su valor supera entre 4.000 y 8.000 euros el valor del vehículo normal, dicha diferencia debe ser sufragada por el ayuntamiento de forma proporcional para incentivar la renovación de la flota que pretende e impedir así que el conducir se convierta en un capacidad que tengan las personas con mayor poder adquisitivo. 

Para respetar el principio de proporcionalidad y progresividad tributaria, las ayudas deberán ser proporcionales al nivel de renta de los ciudadanos, y en todo caso en función de la verdadera diferencia que existe actualmente entre el vehículo normal y los híbridos. 

Ejemplo: 

Rentas menores a 6.000 € anuales, hasta 8.000 € en adquisición de vehículos electricos y 6.000 € en vehiculos híbridos.

Rentas entre 6.001 € y 10.000 € anuales, hasta 7.000 € en adquisición de vehículos electricos y 5.000 € en vehículos híbridos. 

Rentas entre 10.001 € y 12.500 € anuales, hasta 6.000 € en adquisición de vehiculos electricos y 4.000 € en vechículos híbridos. 

Rentas entre 12.501 € y 15.000 € anuales hasta 5.000 € en adquisición de vehículos electricos y 3.000 € en vehículos híbridos. 

Rentas entre 15.001 € y 17.000 € anuales hasta 4.000 € en adquisición de vehículos electricos y 2.000 € en vehículos hibridos. 

Rentas entre 17.000 € y 18.000 € anuales hasta 3.000 € en adquisición de vehículos electricos y 1.000 € en vehículos hibiridos. 

Este esquema es tan solo un ejemplo, antes de la implantación habría que estudiar si se tratase de cantidades netas o brutas, y calcular una media de la diferencia entre los vehículos híbridos y los vehículos gasolina o diesel en concesionario. 

Otra opción sería con la utilización de una fórmula matemática, multiplicando por ejemplo la casilla de ingresos totales de la declaración de la renta por un coeficiente determinado. 

Una sociedad que prohibe, sin antes ofrecer a aquellos que necesitan seguir conduciendo la posibilidad de cambiar de vehículo de una manera proporcional o progresiva, no es una sociedad que luche por el medio ambiente, sino una sociedad que instaura un nuevo orden de consumo guiado por nuevos sistemas de obsolescencia programada impuestos de manera legal. A largo plazo nos harán desechar cosas que realmente siguen funcionando. España está más contaminada si cada X años se obliga al ciudadano a cambiar de vehículo, pues más perjudica al medio ambiente los desechos de un bien mueble como el coche, la destrucción del mismo en un desguace y la fabricación de vehículos nuevos en las fabricas, que el tubo de escape del vehículo en sí. 

https://elpais.com/ccaa/2018/05/31/madrid/1527767402_394000.html