Recogida de envases en los establecimientos que los venden.

La recogida obligatoria de envases de todo tipo —incluyendo recipientes y bolsas de plástico— en los establecimientos que los venden, bien mediante una pequeña fianza en el caso de botellas de vidrio o latas, o bien "al peso" en otros casos, redundaría en beneficio del medio ambiente.

Por un lado, se podrían gestionar más eficazmente residuos y recursos. Los medios de transporte, por ejemplo, se podrían utilizar en los dos sentidos —distribución y recogida— en vez de en un solo sentido como actualmente.

Además, si, para no ser penalizados, los establecimientos tuvieran que alcanzar un cupo o porcentaje de los envases recogidos sobre los vendidos, se crearía un interesante mercado que, al valorar el envase usado, incentivaría su recogida y elevaría la conciencia sobre su consumo.