Limitar por ley la climatización en el transporte público

¿Por qué los empleados de Metro van en manga corta en invierno, pero se ponen un jersey en verano? Es evidente que, en el transporte público, se abusa sistemáticamente de la climatización. En invierno nos abrigamos porque hace frío, pero en cuanto entramos en el metro o el autobús, tenemos que apañarnos para quitarnos el abrigo, el jersey mientras sujetamos el bolso, la mochila, a veces el paraguas... y cargar con todo en el brazo. En algunas estaciones hace tanto calor que, aunque el panel de la entrada diga que nuestro tren llega en 1 minuto y el siguiente en 15, es imposible bajar corriendo para cogerlo: si uno no se detiene en las escaleras mecánicas y se quita todas las prendas de abrigo, se desmayará antes de llegar al andén. Los autobuses también parecen una olla, especialmente cuando van llenos. Los conductores ponen la calefacción a tope para poder ir calentitos en su cabina, sin importar que los pasajeros estén sufriendo por el calor. En verano, por el contrario, hace frío. Especialmente en los autobuses, los conductores ponen el aire acondicionado desde primera hora de la mañana, horas en las que no pasamos de 20º C ni en los días más calurosos del verano, y lo mantienen a toda potencia hasta las 11 de la noche. Hace tanto frío que he aprendido a cargar siempre con una chaqueta y un fular durante el verano exclusivamente para cuando cojo el autobús. 

Este uso desmesurado del aire acondicionado y la calefacción causan, no sólo incomodidades, sino también problemas de salud a los viajeros, aumenta el gasto energético y la contaminación, y supone un gasto inmenso que se refleja en la constante subida del precio de los billetes. Es ridículo que haya una diferencia tan grande de temperatura entre la calle y el transporte público, que no es más que un lugar de tránsito. 

Por tanto, debería regularse estrictamente, para que la climatización siempre vaya autorregulada con termostato, y establecer una diferencia máxima entre la temperatura interior y exterior de 2º C o 3º C.