Centros municipales para enfermos terminales en situación de cuidados paliativos
Código de la propuesta: MAD-2018-12-24874
Actualmente en MADRID ciudad hay apenas 300 camas para dar cuidados paliativos a enfermos terminales. Igual que reivindicamos el derecho a la vida, hay que defender el derecho a una muerte digna
Cualquiera que haya tenido que afrontar esta situación, es consciente de las dificultades que se generan, tanto para el enfermo como para sus familiares.
Los enfermos necesitan atención permanentemente, tanto afectiva como médica. Y muchas veces, esa atención no pueden ofrecerla los familiares (que pueden cubrir la parte emocional) especialmente si requiere medicamentos y equipo médico especializado.
Actualmente según los datos facilitados por la Consejería de Sanidad, de las 301 camas que hay en las unidades de cuidados paliativos en centros públicos y privados de la región, 225 son individuales (el 74%). De ellas, 109 están en los hospitales públicos (de un total de 141 camas), y 116 en centros concertados (de un total de 160) organizaciones religiosas y ONG,s.
En la sanidad pública, cuando te dan la noticia de que tu familiar no tiene cura y que pasa a cuidados paliativos, se abre un abismo frente a ti. Por una parte, el hospital le da el alta al paciente para que esa cama sea ocupada por otro enfermo. Por otra, te suelen remitir a alguna ONG (Cruz Roja, Asoxiacion española contr el Cancer) y a partir de ahí empieza la búsqueda de una cama. No critico que te remitan a un centro religioso o a una ONG (admiro profundamente a esas instituciones); lo que si critico (y busco una solución con esta propuesta) es que esa sea la mejor solución... porque no haya centros públicos con los que cubrir esta necesidad.
Considero que crear estos centros en el centro de Madrid es muy importante, tanto familiares como para enfermos. Si atender a un familiar en estas circunstancias es doloroso, tener que hacer desplazamientos de horas en la comunidad, es un agravamiento del dolor.
Reivindico, por tanto, el derecho a una muerte digna.
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