En la Cuesta de la Vega hay un busto del músico Luigi Boccherini que merecería que el espacio a su alrededor estuviera más cuidado.
En la Cuesta de la Vega hay dos niveles con sendos jardines. En el primero, el más cercano a la calle de Segovia, está el busto de Azorín, rodeado de plantas que recuerdan a su ciudad natal, Monóvar: hay palmeras y arbustos con flores que hacen agradable la estancia y la contemplación. En el segundo, más cercano a la calle de Bailén, está uno de los pocos bustos dedicacdos a músicos en Madrid, el de Boccherini, nacido en la ciudad toscana de Lucca; no lo rodean plantas, parece un descampado. No sé qué plantas serán las características de la ciudad de Lucca, pero sé que la música de Boccherini fue y es madrileña y creo que merecería que el espacio en el que se le recuerda se pareciera más a un jardín que a un erial.
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