Semáforos de ruido en terrazas

Al igual que algunos comedores escolares han instalado semáforos de ruido para enseñar a los alumnos a hablar a un volumen moderado, las terrazas que causan molestias a sus vecinos deberían instalar dispositivos similares que permitan alertar a clientes y empleados del establecimiento del exceso de ruido. Dicho dispositivo debería registrar y almacenar sus mediciones, de modo que el local pueda ser sujeto a inspección puntual o periódica para comprobar que se cumple la normativa de ruido. Los dispositivos deberán estar diseñados de modo que el tráfico o otros ruidos aleatorios no falseen las medidas. Por último, debería ser de obligado cumplimiento que los clientes y empleados del establecimiento atiendan los avisos del semáforo, obligandoles a modular el volumen a fin de ajustarse a normativa. Asimismo, debería ser obligatorio expulsar del establecimiento a aquellos que no se avengan a cumplir las normas. Por último, estos dispositivos deberían mantenerse en condiciones óptimas, calibrados y certificados, y conectados vía internet a un servicio digital que registre los datos, a fin de disparar inspecciones y eventuales multas a aquellos establecimientos que no respeten la normativa.