Intercambiadores de Transporte Público abiertos 24h

¿Cuántas veces has tenido que esperar un buho a la intemperie? 

Es una pena y un desperdicio de oportunidades que, habiendo invertido tanto dinero en una infraestructura de transporte público como la que Madrid tiene hoy día, no se le saque el rendimiento suficiente y se obligue a los usuarios a esperar en la calle a los autobuses, de 00:00 a 6:00 am. En esta franja horaria, se les niega a los más débiles (trabajadores en turnos de noche, viajantes, jóvenes y ciudadanos sin vehículo en propiedad, en general) el uso normal de los grandes intercambiadores (Avenida de América, Moncloa, Plaza Elíptica, Plaza Castilla, Aluche, Atocha, Chamartín, Méndez Álvaro...), dejándoles en la calle y exponiéndoles a todo tipo de perjuicios: inclemencias temporales, falta de confort y seguridad, conflictos con otros viajeros o con los vecinos de la zona, falta de servicios básicos (aseos, cafetería, información...), etc. Es responsabilidad del Ayuntamiento y de la Comunidad de Madrid, satisfacer las necesidades de los usuarios de transporte público de la manera más democrática posible, garantizando a dicho sector de usuarios, un mínimo rendimiento de la red también por la noche. Es urgente que Madrid se haga cargo y se ponga al nivel de otras ciudades y capitales de entidad equivalente.

Si los intercambiadores que ya tenemos, los habilitáramos para un uso nocturno de mínimos, obtendríamos directamente:

• Viajeros, clientes y ciudadanos satisfechos y protegidos.
• Una red segura y cómoda en la que se atiende a las personas por igual, sin importar el perfil de usuario que tenga (todos los usuarios pagan lo mismo por sus abonos; no puede ser que unos tengan más cobertura y prestaciones que otros).
• Aumento del número de ususarios de transporte público en detrimento de los usuarios de vehículo particular.
• Reducción de accidentes de tráfico (nocturnos, en días festivos, relacionados con la alcoholemia, el consumo de drogas, etc., que además son los de mayor tasa de mortalidad).
• Reducción de la contaminación por emisiones de CO2.
• Mejora de las condiciones de trabajo para los conductores de autobuses nocturnos, que podrían utilizar el intercambiador y sus servicios, al igual que sus compañeros de turnos regulares diurnos.
• Creación de más puestos de trabajo en horario nocturno, en las diferentes líneas, los intercambiadores y sus inmediaciones.
• Oportunidad de negocio para actividades que complementan las dinámicas de estos perfiles de usuario.
• Paz y silencio nocturno, en las áreas cercanas a las paradas de bus exteriores.
• Una conexión digna, tanto de día como de noche, entre los intercambiadores y el Aeropuerto, que nunca deja de recibir y despedir visitantes.
• Apoyo para la posible apertura nocturna de todas las redes de metro.