Aseos públicos en parques

Madrid es una ciudad maravillosa para tener perro gracias a sus hermosos y grandes parques. El servicio de jardinería es excelente en la mayoría de los casos, parques muy bien cuidados y espacios diáfanos para realizar actividades al aire libre. El problema radica los fines de semana, cuando la gente va a montarse los guateques (en algunas ocasiones desproporcionados) a estos espacios naturales. Suelen tirarse todo el día, lejos de sus casas -o cerca- celebrando cumpleaños, comiendo y bebiendo alimentos que, probablemente generen indigestión en las panzas de aquellos que no tienen otra opción que hacer sus necesidades bajo un árbol o matorral, cubriéndose el trasero a duras penas. Luego un ciudadano de a pie no puede ir tranquilo con su mascota sin que se meriende el resultado de esa indigestión.

Hablo sobre todo de los parques de la zona de Usera, Olaf Palme, Emperatriz María de Austria o Pradolongo. Desconozco si hay alguna solución más viable, pero lo primero que se me ocurre es instalar aseos portátiles en zonas clave.

Acabo con una reflexión: si nos exigen a los dueños de mascotas recoger sus excrementos, bajo fuertes multas y sanciones, ¿qué hay de los seres humanos? ¿Deberíamos quizás dotar de bolsas para que los padres recojan las heces de sus hijos, o las suyas propias?

Pdta.: Esperemos que sus apretones no contengan lombrices intestinales.