Arrojar agua cada vez que el perro haga sus necesidades en fachadas y aceras para mantener limpia nuestra ciudad.
Por higiene y salubridad sería conveniente incluir en la ordenanza municipal la obligación de arrojar un poco de agua que cada vez que nuestros perros hagan sus necesidades, así minimizaríamos lo malos olores y la suciedad, sobre todo en aceras y fachadas de viviendas. En definitiva, es un gesto individual que contribuye a hacer una ciudad más limpia.
Jorge Val · 26 de septiembre 2024
Añadiría que los dueños enseñen o lleven a sus perros a sitios de vegetación o arena, ya que los vecinos y comerciantes cercanos a las aceras y fachadas, donde los perros orinan , no tienen porque sufrir los olores ni la suciedad.
Pondría sanciones de trabajo social relacionado con la limpieza de las calles, ya que el dinero...( el que no tiene no paga, y el que tiene le da lo mismo pagar)
Espero sea de ayuda a los demás ciudadanos
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