Un banco bajo el árbol, la nueva esquina de la ciudad

Quiero solicitar que, cada vez que se amplíen las aceras en Madrid, especialmente en las esquinas más amplias que favorecen la accesibilidad, estos espacios se destinen a la instalación de árboles y bancos. De este modo, las vecinas y vecinos del barrio podremos disfrutar de un lugar donde sentarnos, conversar, tomar el fresco y convivir, recuperando ese espíritu de encuentro ciudadano que tradicionalmente ha caracterizado al espacio público.

No podemos consentir que, cada vez que se amplía una acera, se conceda automáticamente al bar más cercano para ampliar su terraza. Con ello, el espacio público se privatiza, obligando a quienes deseen disfrutar de ese entorno a consumir, y limitando su uso a personas que muchas veces ni siquiera pertenecen al barrio.

El espacio público debe seguir siendo de todos, pensado para la convivencia vecinal, el descanso y la vida comunitaria. Aceras, sobre todo esquinas para quedarse, no solo pasar. Un rinconcito donde pararse y descansar.