Eliminar las vibraciones producidas por los autobuses en los edificios antiguos

Los autobuses municipales que entran hasta la Plaza de Opera a gran velocidad, hacen vibrar a los edificos del siglo XIX y anteriores, como el Real Monasterio de la Encarnación. El problema es muy grave porque en cualquier momento se puede producir el colapso de algún edifico antiguo o el hundimiento de un autobus en alguno de los socavones que los vecinos tenemos detectados en la calzada. El terreno es muy arenoso y húmedo y no soporta este tráfico tan intenso de autobuses por lo que se producen con frecuencia baches en la calzada de las calles de San Quintín y Arrieta. La velocidad está limitada a 30 Kmts/h pero la limitación está mal señalizada y no se respeta. Si se redujese a 20 Kmts/h desparecerían las vibraciones. Otra solución es disminuir el tamaño de los autobuses o prohibir su circulación en el casco histórico como ya se hace en otras ciudades civilizadas de Europa, como por ejemplo Florencia.