Aparcamiento subterráneo para residentes, bajo la Gran Vía de San Francisco

El área comprendida entre La Latina (zona demarcada por la estación de metro del mismo nombre, no confundir con el Distrito), Las Vistillas, la calle de Segovia y la Puerta de Toledo mantiene aún afortunadamente una alta concentración de personas que habitan los edificios, ya que no existen grandes zonas destinadas a oficinas. La mayor parte de los edificios son de construcción antigua y carecen de cocheras o aparcamientos propios en su subsuelo. Como consecuencia de ello, y como el parque de vehículos de residentes es alto, la práctica totalidad deben gastar mucho tiempo y dinero para encontrar aparcamiento o deben alquilar plazas de garaje en la zona, cuyos precios están muy por encima de otras zonas. Muchos de los residentes utilizan solo su vehículo para escapar de Madrid los fines de semana o las vacaciones y, por lo tanto, sus vehículos permanecen parados en el mismo lugar por muchas semanas. Esas calles reciben un aluvión de visitantes (con auto) los fines de semana, por "la cervecita" en Latina, el Rastro, la Plaza Mayor, que está muy bien, pero que agotan las pocas plazas que podrían quedar. Los eventos en el Vicente Calderón, las bodas religiosas en San Francisco el Grande, la Ópera en el Teatro Real o las representaciones en el de La Latina hacen que encontrar aparcamiento sea una quimera. Pero eso podría solucionarse en gran parte utilizando el subsuelo de la Gran Vía de san Francisco (incluso del tramo cercano de la calle de Bailén y de la calle del Rosario) para hacer un gran aparcamiento para residentes, incluso soterrando la intensísima circulación que soporta ese tramo. Y nada de vender las plazas, simplemente por un alquiler a pagar al Ayuntamiento, que debería ser equivalente y proporcional al pago del distintivo para aparcar en la zona Verde de esta zona.

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