Madrid cuenta con numerosas plazas en entornos increíbles pero con criterios estético y funcional erráticos y que no resultan atractivas para detenerse y ser disfrutadas por vecinos y turistas.
Entre las numerosas plazas que presentan esta situación incluiría la Plaza de Sánchez Bustillo, Plaza del Carmen, Plaza de Vázquez de Mella, Plaza del Rey, Plaza de las Descalzas y de San Martín, Plaza de Callao, Plaza de Herradores, Plaza de Jacinto Benavente, Plaza del Ángel, Plaza del Biombo, Plaza Santa Catalina de los Donados. No hace falta hacer grandes reformas en muchas de ellas, pero sí darles un toque más humano, aumentar la superficie verde, destacar los monumentos existentes en las mismas y realizar los cambios necesarias para que se conviertan en espacios acogedores y atractivos que inviten a detenerse en ellas aunque sea sólo durante unos minutos.
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