CREACIÓN DEL "ALCALDE DE NOCHE"

La figura es ya tradicional en muchas ciudades holandesas, va más allá de ser un "embajador" de la cultura nocturna, sino de velar por los intereses de negocios, vecinos y visitantes. Todos recordamos con nostalgia el Madrid de los 80 cuando, por ejemplo, se podía aparcar por las noches en uno, y en algunos tramos en dos (uno en cada sentido) de los seis carriles centrales de la Castellana, lo que favorecía a los negocios de ocio de la zona sin molestar a los vecinos en absoluto (porque por allí además no hay más que oficina). El aparcamiento, los músicos callejeros, los horarios, las terrazas, la actuación de la policía, la promoción de la ciudad, los servicios públicos, culturales y de emergencias tienen un contenido y significado absolutamente diferentes que requieren de una atención específica en beneficio de todos, también de los miles de trabajadores de los locales de ocio nocturno, empleos que además se podrían multiplicar.

Debería tener competencias limitadas pero exclusivas y amplias facultades decisorias y de representación para ese ámbito, y desde luego si la ley electoral lo permitiese podría incluso estar en las listas de concejales como tal, o si no lo permtiera ser elegido de alguna forma por los ciudadanos.