Tenemos que acercar la transmisión de conocimientos y la innovación educativa a los barrios, al aire libre, mediante charlas, talleres y demostraciones de libre asistencia. Será una ocasión para observar, pensar, opinar, contrastar, experimentar y aprender algo nuevo juntos. El proyecto piloto lo podríamos realizar junto al CEIP Luis Cernuda, aunque la idea se puede extender por todo Madrid. Se trataría de aprovechar el simbólico y recién remodelado entorno alrededor de este colegio, con aceras espaciosas y agradables, para realizar unas jornadas donde hacer coincidir a algunos vecinos con ideas y vocación de transmitir conocimientos y habilidades con otros vecinos curiosos e interesados en aprender y hacer preguntas. Como formato idóneo yo propondría el de grupos pequeños de todas las edades, con charlas y exposiciones de hasta 15 minutos (media hora si es un taller) y tiempo para preguntas, de forma que permita al público disfrutar de un buen puñado de actividades en la misma visita. Es importante que se utilicen criterios de Ciencia Abierta, a fin de compartir y mejorar las experiencias. Para cumplir la finalidad de esta Ágora los voluntarios deben esforzarse en estimular la curiosidad y el espíritu crítico de su audiencia. No se trataría de abarcar mucho, sino de tomar algo muy sencillo, que uno conoce muy bien y sacarle partido, para que resulte una experiencia cultural estimulante y de calidad.
Se necesitarían:
Algunos materiales sencillos, tanto propios de los talleres, como de pizarras blancas, rotuladores, soporte para carteles informativos, etc., y algunas sillas o taburetes para las personas que necesiten sentarse.
En su caso, disponer de sombrillas o parasoles y alguna mesita.
Este Ágora tendría una lista de correo electrónico o bien un foro privado, para poner en contacto a los conferenciantes, y para que nos pudiéramos ayudar y coordinar desde allí.
Finalmente, es precisa una promoción adecuada tanto del evento como de las actividades a realizar.
Algunas posibles propuestas de charlas y talleres:
Resolución de rompecabezas, de forma que se aprecie dónde está la dificultad y los detalles que lo hacen divertido e ingenioso.
Lectura de una poesía: llegar a apreciar por qué se ha elegido como memorable y qué virtudes atesora, detectar las partes interesantes que se han pasado por alto para poderlas apreciar en adelante.
Lectura de un fragmento de texto especialmente bien escrito: lo mismo que arriba.
Ganchillo (sí, es increible lo ingenioso y lo creativo que es), entender cómo de un hilo podemos crear algo en dos y en tres dimensiones, los trucos, la habilidad que hay detrás, cómo conseguir velocidad, etc.)
Elaboración de nudos. Elegir un par de ellos y entender sus ventajas e inconvenientes.
Cualquier pequeño experimento recreativo de física, matemática u otra ciencia.
Cómo dibujar algo sencillo como un cubo. Cómo mejorar el aspecto de ese dibujo.
Aprender a crear un ritmo concreto y automatizarlo para que, por ejemplo, podamos bailar a la vez con él.
Primeros pasos en la programación informática. Entender un tipo de estrategia para aprender a programar (proyecto HaskellKatas).
Cualquiera de nuestros mayores guarda con cariño un conocimiento, un truco, un arte que nos sorprenderá.
Inicia sesión para comentar