Barreras antimendigos en marquesinas de autobuses.
Cierto que lo lleva una subcontrata, que a cambio del pingüe negocio de la publicidad en marquesinas no nos cuesta nada a los madrileños, pero la falta de sensibilidad social poniendo una barrera antimendigos no solicitada choca contra los principios de funcionamiento del Ayuntamiento: ayudar a las personas.
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