Las bicicletas son vehículos y deben circular por la calzada. Su utilidad cómo medio de transporte alternativo se basa en ir, exactamente, al mismo sitio que el resto de los vehículos. El ciclocarril- 30, junto con otras medidas tendentes a la equiparación de velocidades entre los diferentes vehículos, es una autopista a la intengración progresiva de los nuevos y temerosos ciclistas. No podemos pretender que todos los cilistas, ocio y deporte, se equiparen a los urbanos por el mero hecho de circular por unos carriles bici que discurran, segregados, por la calzada o por la acera o por el parque. Eso es segregación y haría al monstruo del coche intocable para siempre jamás. Hace falta una educación y una cultura cilista urbana que no se aprende con visionar un vídeo. Progresiva: Primero, los urbanos, luego, los trabajadores (con medidas pro) , después, todos los demás y, al final, los niños, ya mayores, que se educaron en programas como Stars o los bicibuses. Y soluciones seguras con carril segregado para los puntos especialmente conflictivos. Sembremos la ciudad de ciclocarriles-30 y recolectaremos un ciudad sostenible en una generación. La BiciMAD nos abrió las puertas y nos trajo la infraestructura. P´alante, pues. Unas simples líneas nos marcan el camino. Hagamos camino al circular.
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