Me gustaría escuchar la opinión general sobre la posibilidad de establecer una tasa sobre los emisores de la propaganda que recibimos los ciudadanos a diario en nuestros buzones, en nuestros coches y paseando por las calles.
En mi opinión sería justo que las empresas y personas que se benefician de esa publicidad contribuyan a subsanar el problema de basuras que ocasionan con sus comunicaciones. A este problema hay que añadir el enorme gasto energético que esta actividad lleva asociada.
Entendiendo la posible utilidad de la publicidad en papel como elemento dinamizador de la economía local creo que sería interesante plantear alguna medida de control sobre esta actividad con el fin de promocionar otras alternativas menos intrusivas y más respetuosas con las personas, con nuestra ciudad y con el medio ambiente.
Inicia sesión para comentar