Que las propuestas ciudadanas se evaluén sobre el terreno, no solo por votación

Estas herramientas informáticas que tanto pueden abrir el campo de participación plantean el riesgo de ceñirse a un criterio exclusivamente cuantitativo que puede conducir a errores de bulto cuando se trata de cuestiones que no son reducibles a un "si" o un "no". Por otra parte, al no ser la población votante el total de la población, siempre habrá un considerable margen para el error estadístico. Nuestros gobernantes deben evitar el riesgo de "lavarse las manos" confiando toda la responsabilidad de los cambios a una herramienta informática tan potente en unos aspectos y tan limitada para orientar cualitativamente sus acciones sin correr el riesgo de  contradecir sus propios valores e ideologia, aquellos por los que han sido votados. Me pregunto ¿asumiran decisiones que hayan obtenido un apoyo mayoritario pero supongan asumir la pérdida de derechos ciudadanos heredados del gobierno anterior? Otro handicap:vivimos tiempos en los que quienes más alérgicos se muestran a las libertades ajenas pueden resultar los más movilizados para  conseguir tener las normas de su parte. Por todo ello, creo que no debe bastar la sumatoria de votos y que siempre será vital el olfato político para no consagrar con herramientas democráticas regresiones o herencias intransigentes.