Remodelación de la Plaza de Tirso de Molina

Antes de ser "remodelada" por orden de Gallardón la Pza de Tirso de Molina olía a tierra mojada cuando llovía. Tenía muchos más árboles, una fuente para beber y bancos para sentarse. Ahora solo huele a pis. Quitaron el parque, los bancos, la tierra y la alicataron hasta el techo con un empedrado que tiene la sorprendente cualidad de acumular los churretones y los malos olores para que permanezan incluso cuando algune vez (raramente) se baldea.

Hoy apenas queda espacio para los vecinos en la plaza. Los feísimos y degradados armatostes que sirven como puestos de flores ocupan muchísimo espacio poniendo cada uno tres grandes sombrillas (además de sus toldos) y generan basura que se amontona en el suelo y junto a los contenedores de reciclaje (siempre llenos) convirtiendo la esquina con C/Duque de Alba en un vertedero permanente.

¿Para qué necesitamos vecinos y visitantes seis o siete tiendas de flores en una plaza?

Uno de esos puestos de flores, hoy permanentemente cerrado, se ha convertido en un espacio que proporciona la intimidad necesaria al enorme unrinario al aire libre en que se ha convertido un lado de la plaza, junto al Metro. 

Alcoholicos e indigentes han ocupado de forma permanente los pocos espacios que había para sentarse y ya nadie disfruta de ellos si no es para participar de su botellón, peleas y fiesta de la espuma (de orines) permanente. Por cierto, el supermercado y las tiendas de alimentación aledañas se lucran vendiéndoles bebidas alcohólicas para consumir en plena calle pero no disponen ni siquiera de un baño donce estas personas puedan entrar a hacer sus necesidades. 

Ya no hay ni rastro de los maceteros de hierbas aromáticas ni de las fuentes que la desastrosa remodelación de Gallardón diseñó en origen para la plaza. La lámina de agua luce casi siempre sucia y seca o se atasca por las hojas caídas o los papeles y las latas arrojadas al fondo.

Las fuentes del extremo están practicamente tapadas por un aparcamiento de motos en plena acera. Las otras averiadas u ocultas detrás de las enormes terrazas de los tres bares o cuatro que nos han privado a los vecinos del disfrute de la plaza (pública) si no es consumiendo y pagando sentándonos en las sillas y mesas colocadas algún (seguro que muy lucrativo) negocio privado.

Este es más o menos el aspecto actual de la Pza de Tirso de Molina y ruego a este Ayuntamiento que la remodele y nos la devuelva a los madrileños en condiciones dignas para su disfrute.