Creo que no existen residencias para mayores con una discapacidad intelectual e inteligencia límite. Estas personas no pueden ser encasilladas con otras cuya discapacidad es más profunda y para las que sí existen residencias. El problema surje cuando los progenitores fallecen y llega el caso de no poder vivir totalmente solos. Por eso, creo que es imprescindible que se tengan en cuenta las necesidades, presentes ya, futuras dentro de algún tiempo para este colectivo de seres humanos.
También podrían ser pisos compartidos y tal vez tutelados, donde se ubicasen estas personas para tener un ambiente lo más agradable posible. Hay que pensar que económicamente pueden estar tan necesitados o más como los que "nos llamamos normales", pero sus sensibilidades sí son diferentes.
marta.azula66@gmail.com · 2 de enero 2020
Yo tengo inteligencia límite y estoy completamente de acuerdo , somos unos de los colectivos más olvidados
Inicia sesión para comentar