Permitir y regular la apicultura urbana en Madrid

La presencia de colmenas en las ciudades proporciona beneficios ambientales y económicos. Las abejas polinizan una gran variedad de plantas, y la miel que producen se vende a restaurantes y tiendas locales. 

Londres, Nueva York, París, Berlín, Tokio, Turín, Vancouver, Montreal, Otawa, Chicago, Johannesburgo, Hong Kong, Melbourne, Sidney... En todo el mundo, muchas áreas urbanas promueven y regulan esta práctica. En Madrid, la apicultura urbana sigue prohibida pese a que los ayuntamientos madrileños tienen la potestad de permitir la instalación de colmenas en los cascos urbanos (artículo 7, Decreto 35/1985, de 8 de mayo, por el que se establece la normativa reguladora de la actividad apícola en el territorio de la Comunidad de Madrid).

Como bien se indica en el título del debate se trata de regular, es decir, no se trata de plantar  en cualquier parte de la ciudad, pero sí en determinadas azoteas, parques y zonas protegidas y señalizadas.

Existe, por ejemplo, un precioso colmenar histórico en el Parque del Capricho que podría resucitar su uso: http://mieladictos.com/2012/03/06/el-capricho-colmenas-urbanas-en-el-madrid-del-siglo-xviii/

Recomiendo este artículo para ahondar en el debate "Un mundo sin abejas sería también un mundo sin abejorros, y tal vez sin flores, pues las abejas y las flores evolucionaron juntas, y son las dos caras de la misma moneda desde un punto de vista ecosistémico. Un mundo triste y monótono como una ciudad fantasma, una pesadilla estéril a solo un paso de la nada. La ciencia está movilizada. La inteligencia política debe seguir en su estela."  http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/06/27/actualidad/1403882291_329326.html