Crear un servicio de atención sexual para personas con discapacidad.

Cuando se habla de servicios sociales para satisfacer necesidades básicas se olvida que además de la vivienda, la atención sanitaria y la alimentación, el sexo supone una necesidad humana y natural que muchos no pueden satisfacer. No se trata de hacer un servicio de prostitución público a domicilio, sino de que exista personal específico en asuntos sociales que pueda ayudar mediante la masturbación a aquellas personas sean del sexo que sean cuya discapacidad les impida satisfacerlo por sí mismos y carezcan de compañero sexual que pueda hacerlo. 

Esto que en un principio puede parecer una locura no lo es y ya se da en otras partes del mundo. En Japón hay asociaciones de voluntarios que acuden al domicilio del ciudadano que lo necesita para masturbarle. Sin embaro considero que esta necesidad no puede ser dejada a la caridad de las asociaciones ni de los voluntarios y que la satisfacción sexual es una necesidad humana tan importante física y psicológicamente hablando como la vivienda, la educación o la comida. De hecho en Dinamarca el Estado ha entedido esta necesidad como un derecho y existe una subvención específica asociada a determinadas minusvalías por las que el Estado se hace cargo del pago de profesionales sexuales especializados en la atención a personas con minusvalía. 

Por último quiero aclarar que no propongo que los empleados de Asuntos Sociales se hagan cargo del asunto, sino que creo que habrá que convocar plazas públicas o contratar a personal especializado para tales quehaceres. 

Un saludo.