Contaminación lumínica

Es sabido que en las grandes ciudades no es posible tener un cielo limpio para poder obervar en todo su explendor las estrellas, astros, plantes y galaxias del firmamento a simple vista, no digamos la via lácteca a la que pertenecemos. Eso sí, podemos intener buscar medios prácticos que minimice ese problema, y entre ellas hay varias opciones. Empezaría por aquellas farolas que deberán iluminar siempre hacia abajo, Otras medidas serían que a partir de cierta hora de la noche se apaguen la mitad de las farolas que existen en las calles principales y plazas -me refiero a las destinadas para el tráfico- aunque sería aún mejor regular la intensidad de todas ellas en general, ya que el número de vehículos circulando es insignificante y, por último, apagar el alumbrado de edificios (públicos o privados), estatuas, monumentos, etc., también a partir de cierta hora de la noche donde la afluencia de personas o visitantes extranjeros es mínimo.