Un asunto controvertido y que requeriría un cambio en el actual modelo, es el uso de las listas de espera para el acceso a la administración municipal por causas de urgencia o como refuerzo para servicios que lo requieran. Hasta ahora se han venido utilizando las listas de espera generadas tras la última oposición de cada categoría, algo que objetivamente parece justo, pero que se está desvirtuando por el uso que se está haciendo de ello. Si algo se echa de menos en este asunto, es la transparencia y publicidad, tanto de la composición de las listas como de su evolución. No es razonable que alguien que esté interesado se dirija a Personal y obtenga por respuesta ante su interés por la marcha de alguna lista concreta "será lo que Dios quiera"; tampoco parece sensato, que las organizaciones sindicales aparezcan como meros negociadores sin ninguna capacidad para conocer y realizar un seguimiento del proceso, es algo que debería cambiar radicalmente. Otra cuestión que merece nuestra atención, es la vigencia de listas generadas por oposiciones celebradas hace mucho tiempo, lo que debería hacernos reflexionar sobre la idoneidad de buscar alguna salida alternativa a este método; ¿no sería razonable pensar en elaborar listas de espera públicas, con perfiles muy determinados y con la colaboración del Servicio Público de Empleo?, quizás habría que planificarlo detenidamente, intentando que no se generasen bolsas de empleo gigantescas e ingobernables, pero con unos parametros de búsqueda bien elaborados, seguramente encontraríamos la fórmula, posiblemente no ideal, pero si más ajustada a la realidad de nuestra ciudad y de nuestros servicios.
En definitiva, quizás habría que aprovechar la negociación del nuevo convenio colectivo, para poner en marcha un cambio que es necesario, urgente y que debería acabar con ese velo de opacidad y secretismo que envuelve este mecanismo en la actualidad.
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