Instalaciones deportivas públicas de uso libre y gratuito

En el distrito de Chamberí no existen instalaciones deportivas de libre acceso. O bien están cedidas a empresas de gestión privada o a federaciones deportivas. En todos los casos, los adolescentes y jóvenes de la zona (que constituyen un colectivo muy heterogéneo en cuanto a procedencia y poder adquisitivo) se han visto privados de lugares donde jugar al fúbol, al baloncesto u otros deportes de equipo de forma libre y gratuita.

El ejemplo más claro lo tenemos en la cesión de una parte de los terrenos del antiguo polideportivo Vallehermoso a la empresa GO FIT, que ha montado un gimnasio exclusivamente para socios. Sin discutir los méritos de este complejo (que ciertamente funciona con unos niveles de calidad de lujo a unos precios razonables), la fórmula resulta excluyente para muchos vecinos del barrio y, muy especialmente, para los chicos y chicas.

Algo parecido ocurre con los campos de golf, pádel y fútbol del parque de Santander o las pistas de tenis del Canal de Isabel II.

El ayuntamiento de una gran ciudad debería preocuparse de habilitar lugares de libre acceso y gratuitos (campos de baloncesto, fútbol, juego libre...) para el colectivo de jóvenes (no solo parques infantiles para los niños más pequeños), pues la oferta de este ocio traería consecuencias muy positivas:  les ofrecería la oportunidad de iniciarse en un ocio saludable y ayudaría a su socialización (tan complicada en el centro de una gran ciudad)  y a la integración de todos los chavales del barrio: vengan de donde vengan y pertenezcan a la clase social que pertenezcan. La calle debe ser para ellos educadora, generadora de valores, socializadora, una prolongación de la escuela pública y no un entorno excluyente y de aislamiento.

Ni siquiera sería necesario subvertir las políticas anteriores: los terrenos del Vallehermoso que han quedado sin utilizar tras la demolición del polideportivo son enormes y permitirían dar una respuesta al barrio más que satisfactoria.