DGT y multas de tráfico: ¿ conducción segura o abuso recaudatorio ?

Inicio este debate porque creo que es un tema muy importante, que nos afecta a todos y está muy mal organizado. Personalmente creo que por las medidas que se toman es un claro abuso recaudatorio.

- 1: Los límites de velocidad: ¿quién no ha ido alguna vez a más de 120 Km/h (no mucho más pero sí algo más) por una autovía, o a más velocidad de la permitida por una vía de servicio o cosas similares? Creo que estos límites son poco adecuados en muchas ocasiones. Me planteo en primer lugar que si realmente se buscara una conducción segura, los coches podrían salir de fábrica limitados (que yo sepa en todos los coches, en el panel de velocidad marca mucho más de 120 km/h), pero es más fácil ir a por el débil que a por grandes compañías, y sobretodo da mucho más dinero. En segundo lugar, a alguien con mucho dinero, 120 € o el pago de un curso de recuperación de puntos no le supone prácticamente ningún esfuerzo, de modo que puede infringir cuando le venga en gana. Esto no es seguridad. Sin embargo en el caso contrario, (y esto lo extiendo a otro tipo de infracciones como las de aparcamiento) ¿qué pasa con alguien que cobre 600 € (muchos hoy en día y algunos ni eso) que tenga que pagar su casa, que tenga hijos? Una multa de 120 € le puede arruinar por completo.

Aquí ya dejo dos propuestas: La primera es que con la tecnología que poseemos los coches pueden ser mucho más seguros, y no que esta seguridad dependa del conductor. La segunda, es que las multas vayan en función de la renta de cada uno.

Aquí dejo otra reflexión: No entiendo que me puedan multar aludiendo a mi seguridad por no llevar casco en bici, y sin embargo ahora que son fiestas en muchos municipios, me coloquen un toro en mitad de la calle, por donde corretean por ejemplo muchos niños  y algún que otro adulto con una tasa de alcoholemia digamos alta. Eso lo permiten alegando el festejo y la tradición. Tampoco entiendo como para ser cualquier profesional cualificado exigen estudios superiores, y para ser el encargado de sancionar a la gente, de llevar pistola, porra y usarla en caso necesario…no se exigen estudios muy superiores, pero este es otro debate que animo a abrir.

- 2 : Los controles de alcoholemia y drogas: Con el sistema que se ha impuesto recientemente, alguien que le haya dado una calada a un porro dos días atrás, es sancionado y tachado como delincuente inconsciente asesino. Sin embargo en este tipo de controles podría ir al volante perfectamente una persona que tenga por ejemplo problemas de visión serios, o movilidad reducida, o que consuma algún medicamento (que no droga), que tenga serios efectos. Si se buscan las condiciones óptimas para circular, hay muchos más factores que las drogas o el alcohol que las pueden alterar. Creo que es una invasión a la intimidad tremenda, una caza de brujas, y que en este sentido era mucho más eficaz aquello de : “camine usted en línea recta”. Es decir, si lo que se busca es que el conductor esté en condiciones de conducir, seguro que se pueden realizar psicotécnicos mucho más eficaces, y que realmente excluyan de la circulación a aquellos que por ejemplo no tienen los reflejos necesarios, ya sea por haberse fumado un porro, o porque llevan sín dormir 24 horas, o por que desgraciadamente tienen una enfermedad que les afecta a la visión. Nuevamente asistimos a que es más fácil y beneficioso económicamente ir a por el tachado socialmente (canalla drogadicto) que mejorar realmente la seguridad en la circulación.

Son temas serios puesto que hay muchas víctimas, y la frivolización viene por parte de la DGT con sus “campañas”. Solo hay que ver los psicotécnicos que nos realizan para sacarnos el carnet, y las veces que los repiten a lo largo de nuestras vidas. O como las aseguradoras no nos piden ninguna referencia a si somos consumidores de algo, o tenemos alguna enfermedad, a la hora de cobrar, pero ponen todo tipo de pegas e investigaciones a la hora de cubrir daños.

Creo que hay que mejorar todo esto, de un modo real, y que los conductores dejemos de ser meros pagadores para que más de uno se forre, mientras por ejemplo el estado de las carreteras sigue siendo penoso en muchos tramos.