Hagamos de Madrid una ciudad para sus vecinos, donde quien venga de fuera se sienta acogido, sostenible, sin ruidos y desarrollada económicamente, premiando a los emprendedores pero garantizando el descanso nocturno a partir de las doce de la noche.
Acabemos con las practicas in cívicas como aparcar en doble fila a la puerta de los restaurantes, con los consiguientes bocinazos de quien había logrado encontrar un hueco..
Comentarios (1)
Y cercar con pantallas anti ruido las grandes instalaciones de aire acondicionado, frío industrial, salida de aire, etc. de los grandes edificios (centros comerciales, grandes almacenes, oficinas, supermercados, etc.)