Buses nocturnos -----> gran intercambiador central.

Como bien saben los publicistas (y asesores de Campaña electoral) el usuario ó consumidor  -en definitiva, el votante-  no suele acordarse de Santa Bárbara hasta que empieza a tronar: mientras pasa el verano, nadie parece acordarse de aquellos otros pasajeros que durante las frías madrugadas de invierno quedan a la intemperie aguardando (para su regreso al hogar) los trayectos del "búho" a temperaturas bajo cero, depié para no perder su puesto en la fila y no siempre guarecidos en caso de tormenta.

Las personas de extracción modesta (camareros, limpiadoras, vigilantes, panificadores, etc) a quienes tan frecuentemente se les viene perdiendo el DEBIDO RESPETO socio/profesional aspiran de sus Autoridades obtener el mismo amparo y tutela que sin embargo tanto prodigan éstas a distinguidos usuarios del Avión, del Taxi ó del AVE.  Y no entienden que además de calles despejadas -en esas horas de especial confluencia- no exista todavía proyecto ninguno para solucionar su merecida Sala de Espera climatizada, batería de Asientos (con enchufe próximo y wi-fi inalámbrica) abundantes, Botiquín, dispensadores de café o refresco, amplios Aseos ventilados (incluyendo gabinete para lactantes y cabina de discapacitados), área de reposo para Conductores... en fin, los mismos derechos al confort y seguridad ya disponibles durante el día a los "visibles" miembros de las clases medias.

No faltan propuestas para el reaprovechamiento del complejo subterráneo (Plaza de Colón) tantos años infrautilizado de la calle Goya: su indiscutible localización idónea, cómodas rampas entre cocheras, accesos despejados y -lo más importante- facilidades obvias a la distribución y encaminamiento de multitudes, hacen lógicamente sopesar sus acusados beneficios frente a diversos "usos terciarios" hasta ahora INFRUCTUOSOS. Arengas, homenajes, exposiciones, desfiles, liturgias, degustaciones y un sinfín de "afirmaciones" colectivas no ocultan el auténtico fracaso -paisajístico incluido- bajo el que nos han arrebatado los últimos años la Joya de nuestras infraestructuras colectivas.

Lúzcase por fin el Consistorio con lo último en obra civil moderna  -no por silenciada menos reclamada-  que completaría así brillantemente nuestro actual parque de estaciones intermodales, al proveer tanto con servicios directos como indirectos a sus más modestos convecinos... es justo. Y necesario.